Todos saben que las mamás tienen ‘fama’ de vivir para los demás. De hecho, no es exagerado decir que pueden pasar horas haciendo algo productivo que tenga que ver con servir a los demás, ya sea cocinando para toda la familia, sacar al perro, llevar a los niños al colegio o de un lado a otro, ayudarles con los deberes… ¡La lista es eterna!
Sin embargo, cuidar de los demás constantemente y solamente de ellos no es sostenible y si no hacen un esfuerzo consciente para que se tomen un tiempo para sí mismas, esto les pasará la cuenta a nivel emocional y físico.
Para ser la madre ideal que uno se crea, esposa, hija y/o amiga que se desea ser, la regla número uno es pensar en ti, que tengo que cuidar también de mí misma, por lo que buscar un tiempo para nosotras cada día es fundamental.
Por si fuera poco, parece otras mamás tienen súper poderes y cumplen con muchas más tareas al día que una misma, ¿verdad? La respuesta está en la organización del tiempo. El hecho es que a pesar de que todas tenemos 24 horas cada día, algunas se organizan mejor que otras. Sé consciente de tu tiempo. ¿Estás pasando más minutos de los que deberías (quizás incluso horas) mirando Internet sin pensar o incluso mirando Facebook, Instagram o Whatsapp cuando realmente quisieras estar haciendo otra cosa? Entonces es necesario que revises y trabajes estos hábitos.
Prioriza lo importante
A veces nos empeñamos con la idea de que no podemos tomarnos un tiempo para nosotras porque hay que poner ropa a lavar, los platos están sucios, se nos ha olvidado comprar el algo en el supermercado y hay que volver… Asumámoslo, es momento de priorizar y entender que somos más importantes que todo eso. No se quedará sin hacer, no te preocupes, pero puede esperar. No pasa nada si te vas a dormir con unas tazas sucias en el lavaplatos. Ya los lavarás mañana por la mañana, aun estarán ahí. Hacerlo ‘ya’ no cambiará las cosas.
Te recomiendo buscar un hobby o interés que te ayude a recargar las pilas, algo que te haga sentir bien y que programes ese tiempo solo para ti. Busca al menos 15 minutos, (preferiblemente si es una hora) al día donde tú seas toda tu atención. Y sí, ¡claro que los tienes! Así que búscalos y lee ese libro que tanto tiempo lleva esperando en el velador, arréglate el cabello o tómate una taza de té mientras te desconectas del mundo. O haz incluso las tres cosas a la vez: ve a la peluquería y disfruta de tu momento con un buen libro en mano y una taza de té. Convéncete de que mereces este tiempo para ti haciéndolo extensible a los que te rodean. Una vez, que comiences con estos pequeños tiempos para ti lo vas extendiendo de a poco, hasta que te hagas una rutina personal, por ejemplo, podrías incluir a tu vida practicar Bikram Yoga donde equilibras tus estados emocionales y de pasadita tu estado físico. Depende de ti, darte espacio y tiempo.
Pide ayuda
Pedir ayuda no te hace menos mujer o menos madre. Los niños, dependiendo de la edad que tengan, pueden ayudar en unas tareas o en otras, así que no subestimes su ayuda. Por otro lado, si tienes pareja divídanse las tareas del hogar, es parte del pasado que una se lleva toda la carga doméstica, aún más si trabajamos. Pídele a una amiga, algún familiar o incluso a una niñera que cuide de los hijos mientras tomas un tiempo para ti, un baño, meditar, pasear tranquila.
Recuerda que dedicarnos tiempo y cuidarnos es esencial para la felicidad de toda la familia, pues somos un pilar muy importante y si mamá es feliz, todo el mundo es feliz. Cuidarte no es un acto egoísta, sino necesario. Ahoga esa vocecita que te dice “Si voy al cine con mi amiga, la gente pensará que mi vida no es tan difícil como me parece”. Nadie vive en tu piel más que tú. Y tú eres quien toma todas las mejores decisiones para ti.
