Cuando el yoga es practicado por las mujeres es una forma de volver a reencontrarse con su energía femenina, con su poder creativo, es una manera de vivir y de sentir que las conecta profundamente con los elementos de la naturaleza. Cuando practicamos yoga sentimos la unión entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Escuchar nuestro ritmo interior…
A veces, con la prisa del día a día, con las exigencias de nuestra rutina, perdemos esa conexión tan natural con nuestra esencia cíclica y poderosa. Vamos de un lado para otro sin parar, haciendo mil cosas a la vez y por lo general sintiendo que deberíamos tener más tiempo para «hacer» más. Pocas veces nos detenemos a escuchar lo que dice nuestro cuerpo, lo que pasa por nuestra mente y lo que reflejan nuestras emociones. Muy a menudo, al no escucharnos, se manifiestan como dolores o como angustias que vamos guardando y acumulando.
Si las mujeres fuéramos capaces de oír nuestro interior, de conocer nuestra naturaleza cíclica y permitirnos seguir su ritmo, seguramente nos sentiríamos en sintonía con nuestra vida.
La energía femenina es pura creatividad, es fuerza y a la vez amabilidad,
Así como la Madre Tierra te sostiene y te nutre.
Así como el sol te regala energía y luz.
Así como el agua te refresca y calma tu sed…
Así también eres tú para el mundo.
En ti se crea cada día la vida.
Las mujeres gestamos ideas, proyectos y creaciones a partir de esa esencia fértil que nos compone. Nuestra esencia es la de entregarnos por completo en cada cosa que hacemos y por ello debemos elegir bien dónde ponemos esa energía.
La mujer es sabiduría, bondad, amor, alegría y fuerza. Cuando conectamos con todas estas partes que nos componen, podemos alcanzar todo nuestro potencial.
Nuestro gran poder nace del amor propio. Todo lo bueno que puedas crear en tu vida créalo desde el amor y la calma.
Conéctate con tu energía, con tu practica permanente de Bikram Yoga genera la intención antes de comenzar la clase y simplemente deja que todo fluya.