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La importancia de la respiración completa

Respirando conscientemente estás haciendo yoga. Es a través de la respiración que obtenemos suficiente oxígeno para que cada una de nuestras células desempeñen su trabajo de la manera más óptima, mejorando el funcionamiento de nuestros órganos y de nuestros diferentes sistemas. Cuando respiramos de forma adecuada tenemos mayor resistencia a las enfermedades, energía y buena salud. Potenciamos nuestras capacidades mentales (concentración, intelecto, memoria) y tenemos mayor estabilidad emocional.

Para la ciencia del yoga, la principal fuente de energía viene del prana, la energía vital. El prana está en las fuerzas de la naturaleza, crea la vida y la transforma. Es la energía del universo que se manifiesta de una manera física en nuestro cuerpo a través de la respiración. Por medio de nuestra respiración podemos permitir que más prana llegue a nuestro sistema, y que circule mejor en nuestros nadis (canales energéticos) y cuerpos sutiles, dándonos mayor vitalidad, activando la sanación natural del cuerpo y desplegando nuestras capacidades físicas, mentales y espirituales.

La respiración adecuada debe ser rítmica y profunda. Utiliza las tres partes de nuestros pulmones, combinando la respiración abdominal, la respiración intercostal y la clavicular.

En cada respiración soltamos, nos liberamos y sanamos. La respiración refleja nuestra relación con el mundo. Necesitamos una respiración adecuada para tener una salud óptima, para fluir con la vida y tener contacto con la gracia. Una respiración completa además favorece el equilibrio en nuestro cuerpo, calma y claridad en nuestra mente y nos permite estar conectados con esa parte de nosotros más elevada y universal.

Nuestros pulmones tienen una enorme capacidad que, al ser utilizada plenamente, hace que se expanda nuestro abdomen, nuestro pecho, nuestros costados y hasta nuestra espalda.

Sin embargo, la mayoría de personas no respiramos adecuadamente.  Algunos llegamos incluso a respirar sólo con una tercera parte de nuestros pulmones. A medida que crecemos empezamos a tensionarnos y a protegernos del mundo. Acumulamos tensión y desarrollamos una especie de coraza que nos impide respirar libremente. Perdemos la conexión con el universo.

Es usual que los seres humanos adultos tendamos a respirar de manera arrítmica, superficialmente, a veces por la boca, por lo general utilizando sólo la parte alta de los pulmones y muchas veces con exhalaciones cortas. Esto hace que nos sintamos cansados, nerviosos. En algunos casos, esto repercute en una salud débil. También podemos ser más proclives a la ansiedad y a las emociones negativas, a que nuestra mente esté confusa e inquieta. Posiblemente estamos más anclados en nuestros patrones mentales, prejuicios y temores.

Nota: Karen Benito

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